miércoles, 26 de noviembre de 2008

Entre Tango y Vino Tinto



Entre Tango y Vino Tinto

La noche pasaba lejana en el silencio vació del rumor de la gente, las cenizas de su cigarro se esparcía sobre mis suspiros. Y lento y callado el humo subía hasta el techo perseguido por mi mirada, que se acunaba en sus curvas. Tus ojos me embriagaban de un algo, sin sabor a mucho que se quedaba en mi, un tango se introducía en mis pensamientos y entre nuestra muda conversación, tu mirada ahora si me decía algo y confesaba ser y estar perdida por otra, que no era yo. Pero tu mente se aferraba a mi falda, emborrachada en ti, en tu deseo dejé que la pasión fluyera a través de mi. Bailé contigo en el silencio entre la neblina de tabaco y el perfume de un ayer y en ese tango de los dos te dejé correr entre tango y vino tinto. . .

lunes, 10 de noviembre de 2008

Pasiones...Ira


Ira


Estoy tan astiada, tan furica, me hierve la sangre por dentro, la siento ir y venir sin parar...Me quema el estomago, me hace sentir como si Troya estuviera en mi cuerpo en el momento justo en el que los Griegos la prendieron en llamas...
Me siento como una pantera encerrada en una jaula de dos por dos, ya ni si quiera trato de ser coherente...
La noche esta tan pasiva y el viento no dice nada, desentono hasta con el negro de la noche, y ya ni llorar, ni gritar valen. La rabia me recorre y altera. Y el pantereo sigue constante...
Algo enorme con garras metálicas me presiona la cabeza, si no se detiene hará que toda esa verborrea mental que tengo encerrada explote y salpique en las paredes y en los rostros de aquellos que se jactan inútilmente de conocerme. No vale la pena, no vale el esfuerzo, no seré yo quien limpie las palabras de sus rostros y resane el lugar, así que mejor que le digan a ese monstruo que retroceda. ¡Que aleje sus afiladas y rechinantes uñas de mi cabeza!, ¡que aleje sus retorcidos dedos que enredan mi cabello!, ¡que se aleje antes de que suceda!
Por que no quiero ver sus ojos cristalinos entre lágrimas, ni expresiones de sustos, ni reclamos exigentes de sinceridad. Por que lo que obtendrás no será sinceridad, sino un arrebato provocado por el monstruo, palabras engendradas por la vilis, bañadas en veneno, abofeteandote la cara...
Así que detenlo que esta pantera encerrada no aguanta más este estúpido juego...

martes, 4 de noviembre de 2008

Recuerdo



-->
Sigo con el tema de dejar ir, pero no un dejar ir por que no te queda otra opción sino por que es lo que quieres, yo te quise dejar marchar y es mejor así
Recuerdo

Cómo recuerdo entre tonos de sepia las voces y cantos de aquella noche de luna nueva, en la que las estrellas no se escondían y bailaba el viento como el fuego en la hoguera. Recuerdo que te vi a lo lejos y después tus ojos, después una risa y después un silencio. Te desvanecí de mi vida, saliste de mi presente y la luna brillaba en el cielo. No hubo dolor, ni lagrimas, ni sollozos, ni lluvia, ni malos pensamientos, te juro que quedaste en mi mente como un hermoso recuerdo. . .

martes, 21 de octubre de 2008

Atardeceres




Atardeceres


Amo los atardeceres por que el sol se va.
¿Recuerdas esa vez que callábamos por dentro cuando todos hablaban? ¿y dejamos de reír de un mal chiste que alguna vez tuvo gracia? ¿cuando despertamos después de dormir demasiado aun que el sueño nos gustaba? ¿y cuando nos quedamos mirando a lo lejos, aun que la cercanía no era mala? ¿y las veces que dejamos de cantar esa canción hermosa, aun que, aun nos gustaba y las palabras se quedaron y la música se veía en tu cara, pero paramos de cantar esa melodía tan clara? ¿Recuerdas esa vez que no dijiste adiós y yo no dije nada, aun que te vi partir, aun que me viste ahí parada?
Amo a la luna y el cielo negro y un poco menos a la luz de la mañana, pero amo más los atardeceres por que el sol se va.

domingo, 12 de octubre de 2008

En busca de Luz




En busca de Luz
Y me quede otra vez con las manos vacías y un susurro roto... Que amarga agonía es saber que me amas en el desdén de tus ojos, en este despojar de ilusiones al que tu llamas vida, voy acostumbrándome tristemente a tu rutina irónica, a escuchar el eco de tus tacones que son como amenazas de guerra, a refugiarme en tus brazos de tus ataques sin tregua. Bajo la mirada y alzo la voz en mi masacre interna, para opacar tus palabras que me dejan sin fuerza, me tumbas, me hieres, me atropellas, pero me dejas con vida y regresas después con aire de blancas banderas, pero tu sonrisa es ladina y no se lo que esperas.Me incorporo de nuevo con fe en una Luz nueva, por que cuando quieres encantas cual canto de sirena y me quedo temblando de pie en tu campo con la herida abierta, vulnerable a tu aballazadora retórica que me paraliza y me aterra. Me tienes con los brazos abiertos y las palabras en los labios, en ese susurro roto que dice que TE AMO...

martes, 30 de septiembre de 2008

Creo en ti


Creo en ti.


Creo en ti,
Si me dices que no debo temer nada.
Creo en ti
Si me dices que aun hay esperanza,
Creo en ti
Aun que no pueda contener el frió,
Creo en ti
Aun que no se si aun hay camino.

Tengo dos piezas de alma cubiertas de hielo
Tendidas a alba
Temblando de miedo,
Mas tengo tu risa que no dice nada
Que pinta en el cielo
Estrellas doradas.
No tengo nada y te tengo a ti,
No tengo prisa y no paro de huir.

Corro entre el canto del agua azulada
Con el aire en la cara
Del soplo de mi inocencia acabada.
Siento tu brisa jugando a ser calma
Sanando la herida
De mi retórica lastimada.
Vivo en el frió aun que tú estés aquí,
Me muero en mis miedos aún que creo en ti.

Tengo 9 días, 3 horas y dos alas perdidas,
Tengo tantos miedos y duelos que me dejan sin vida,
Tengo 5 Anglés que cantan detrás de mi agonía,
13 años en lucha y 8 segundos perdida,
Tengo miedo del aire y tengo miedo de ti
Tengo miedo de amarte, tengo miedo del azul
Tengo miedo de alcanzar la estrella esa que dibujas tú.
Pero creo en ti,
Endemoniadamente
Creo en ti,
Dulce y tiernamente
Creo en ti.

Dices que todo esta bien,
Cierro los ojos sobre tu almohada
Y dejo de correr.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Cronicas de un suspiro en el cristal




Crónicas de un suspiro en el cristal

Son las 12:09 AM, y transcurre el tiempo en medida no de segundos sino de suspiros. Caigo sobre mi cama temblando, con las rodillas lánguidas y los tobillos cansados, el aire se escapa de mi cuerpo con la prisa y la necesidad de libertad que tiene un preso que ha vivido una tortura encerrado. Pero yo no me siento libre, te recuerdo en el día como antes de que fueran las 12:09 am y fueran mas bien las 9:30pm, con el "NO" rotundo que me gritaron tus ojos, y la sonrisa perfecta que te di como respuesta, camine a las 10:00pm por aquella calle contigo, con la mirada fija y el cuerpo erguido, me aleje de ti sin un sólo suspiro. Ahora estoy en mi ventada observando la lluvia, que parece dolida, que se nota sufriendo, que le duele hasta el viento que suspira de frió y no me di cuenta hasta las 12:17 am, que la lluvia no era afuera, era sólo el reflejo de mis lagrimas en el cristal, ahora que lo sé no serán más las 12:09 y nunca serán dos años atrás.

lunes, 7 de julio de 2008

Bueno ¿Qué te parece?




Bueno ¿Qué te parece?

Hoy va a apagarse una estrella, una que quizás nadie extrañe, caerá del cielo a pedazos y se esparcirá poco a poco en el profundo mar, hoy se acabara su brillo, se perderá su esencia, se quedara en la nada, nadie la recordara.

Todo esta decidido ya, tengo en mi mano ese cristal con el que veo el mundo y por fin e podido desvanecer hasta la ultima mancha que en el existía, en mi bosque ya no hay bruma, todo esta claro, como la mirada en nuevo ser humano que a llegado a la vida, como la vista de ese niño que acaba de nacer y sabe que su primer objetivo se a cumplido; ya esta entre nosotros.

Mi primer acorde a esta melodía, mi melodía, lo cante hace 19 años y he guiado con mi voz el recorrido de mi canción, hoy un acento me marca que debe llegar al final, después de silencios y armonías, de hacerla la canción mas dulce, de matizarla con la melancolía de instrumentos que sólo yo puedo escuchar, le di la fuerza de mi alma, de algo puro engendrado no en un pentágrama, sino del aire que es el que lleva el sonido hasta el mas efímero lugar. Desentone y no desistí, toqué una melodía mala pero la inspiración siempre me ayudo a terminar en el punto donde la música se vuelve arte, donde no hay razón humana que la pueda entender, ni dios que la pueda recrear, la alimente del miedo que siente un prisionero engrillado a los muro de un frió y oscuro calabozo, del amor que me mantenía con la batuta en la mano y de todas mis pasiones que me daban el rasgo de ser un humano más. No hubo ritmo que no pudiera interpretar, avance improvisando cuando lo conocido termino, aprendí a bailar cuando la música me guiaba y se apoderaba de mi cuerpo, apagué mi voz para escuchar sólo la melodía y creí desfallecer cuando el volumen se desvanecía como una pluma que cae de un ave y se acerca al ras del suelo, pero no paso, no era el momento.
Sin embargo sé que este es el ultimo compás, no por que mis instrumentos no sirvan, o por que yo no sepa tocar, no me sabe amarga la ultima armonía de mi interpretación, no perdí la inspiración, y mi voz a un sigue fuerte, pero hasta a la mejor sinfonía le llega su fin.

Hoy es mi mano la que alza la batuta, marca los últimos cuartos, me dirige hasta el final, acentos vuelan sobre las butacas de un teatro vació y termina tan fuerte como supo empezar.

No habrá un aplauso al fin de mi sinfonía, al igual que nadie lloro a la estrella en el mar, nadie tarareará la melodía, como nadie extrañara a esa estrella brillar.

lunes, 16 de junio de 2008

. . .




Ya no sé ni que hora es y el cielo esta tan nublado que no me da ninguna pista, creo que me tiemblan las manos; debe ser por el frió, si seguro es el frió. Y ¿si te digo que tengo miedo? No sería nada no deberías preocuparte, no deberías creerme, deberías seguir caminando y pensar que mis manos tiemblan por que tienen frió. Me siento inexplicablemente ligera, como si la gravedad estuviera uyendo de mi cuerpo, seguro es el aire, el viento tan fuerte y tan dolorosamente helado. Y ¿si te digo que tengo miedo? ¿Me creerías?, no deberías hacerlo, deberías sonreír levemente y tomarme de la mano para hacer más peso. Tengo la vista nublada, como si todas las nubes del cielo se hubiesen guardado en mis ojos justo enfrente de mis pupilas, seguro es el sueño, el cansancio causa cosas raras en las personas. Pero, ¿si te digo que tengo miedo? ¿Que harías?, deberías mirarme a los ojos y verlos tan nítidos como un lago claro, morderte los labios y decir entre dientes que te desespera mi lentitud al caminar, entonces apresuraría el paso y las nubes en mi visión se dispersarían.
Sigo sin saber la hora, no hay un sólo indicio de nada en el día, camino leve a un lado tuyo y tu no me miras. Y ¿si te digo que tengo miedo, que tengo un miedo terrible, un pavor inmenso, una inquietud paralizante?, ¿qué si te digo que me carcome el alma y que me duelen mis latidos en el pecho? ¿Qué harías si te digo que tengo miedo?

lunes, 2 de junio de 2008

Estoy perturbada




Tengo la cabeza entumida, un zumbido extraño atraviesa de lado a lado mis sentidos; estoy perturbada…Creí verte hace unos momentos, se que suena absurdo ¿qué harías tú en mi casa?, sin embargo juro haberte visto de pie junto a la ventana de mi cuarto, tan sólo ahí observando, sin más, sin gesto de nada en particular sólo mirando. Antes de eso había corrido, corrido, corrido, sin sentido, sin razón, por todo el cuarto y me pegué en la puerta y apagué la luz, ya no quería leer, me quedé calladita sentada en el piso y te vi en la ventana parado y me veías. Antes de correr creo que leí un poema tuyo, de esos de cuando me querías y lloré y luego corrí y me pegué en mi pie y apagué la luz y me senté en el piso y te miré en la venta y se me entumió la cabeza y escuche ese zumbido. Por que el vació al que me orilla la soledad en la que me encuentro sin ti, me quema, me mata, me desquicia y me tiemblan las manos y sólo veo mis lagrimas escaparse por mis ojos como se escapa mi cordura en el aire, te extraño y me tambaleo en la cuerda floja de la razón y tengo miedo y termino durmiendo acunada en los brazos de tu ausencia. Tengo la cabeza entumida y un zumbido en mis sentidos.

domingo, 11 de mayo de 2008

Cómo escribo y qué me propongo al escribir.






Cómo escribo y qué me propongo al escribir



Me he alejado de todo y de todos, para acercarme más a ti. Estoy sola sentada frente a tu ventana recargada en tu sillón , puedo ver las gotas de agua caer y estrellarse en el cristal, la lluvia no ha cesado aun, el cielo se ve gris y la luna se esta guardando, la luz volverá dentro de poco y habrá que regresar a fingir, a mentir, a pretender, a portar una de las tantas formas que la mente nos permite adoptar, ya una vez me habías dicho que soy un camaleón, que tomo forma según mi conveniencia, que me adapto al medio tanto que llego a perder mi esencia, y no se si eso sea del todo cierto, pero no quise discutir en su momento ni lo haré ahora por que se que en parte tienes razón como en todo lo que tu dices. Esta vez estoy aquí tratando de demostrarte abiertamente quien soy yo, sin esconderme, sin adaptarme, sin matizar lo que soy, simplemente lo que se que hay, no quiero reprimir nada, ni por miedo, ni por precaución, esta vez no es un juego y no luchare por ganar, no eres mi rival ni yo el tuyo, no quiero tratar de convencerte, ni sorprenderte, mucho menos de humillarte, el fin de estas letras es que me veas tal cual soy.
Tenia miedo, no miedo de ese que te corroe hasta en los sueños, que se manifiesta a cada instante y provoca que la sangre se congele en el pecho y falte el aire, no, tenia miedo, miedo a no ser capaz, de ese miedo que de una u otra forma te impulsa a hacer las cosas, tenia miedo de que nos hace andar en bicicleta, si de ese que no importa que vallas a caer, pues sabes que el dolor no será mas grande que el gusto de haberlo logrado, tenia miedo no a escribir, no a escribir desde lo mas profundo que puede haber dentro del azul que me impregna en cada parte de mi ser, no a desnudarme mas halla de lo visible, no a eso, sino a ti, miedo simple y sencillamente de que pase después. ¿Cómo te explico? No me importa tu crítica, escucho tantas veces tus insultos referidos a mi persona que poco a poco se tornan tan normales que ya no dañan, adaptación, creo que lo llaman, es parte de la evolución y creo que en ese aspecto contigo ya voy avanzada. Ni lo que vallas a pensar de mi, pase lo que pase lo leas o no ya tienes un juicio hecho sobre mis actitudes y acciones así que eso tampoco cambiaria de sobre manera nuestra relación. Tengo miedo a que vallas a hacer con lo que te voy a dar, dicen que la información es poder y si tendrías mucho poder al abrir esta carta, pero no precisamente por lo que te cuento, sino por el simple hecho de ya tenerla en tus manos, y no se si sepas a lo que me refiero, sabes de todas formas que te lo voy a decir, así que no hace falta prolongarlo mas.
Hace unos años llovía de la misma manera en que sucede ahora, la madrugada despuntaba en el cielo y las estrellas se desvanecían tras el brillo del sol, tu dormías, tranquila en este sillón, yo te veía desde el otro extremo de la habitación y desde ese momento ya te amaba, respirabas lento y podía ver en tu rostro sereno, la pasividad de tus sueños, en ese instante la lluvia y tu respiración eran el único sonido dentro de mi mente, mirarte así simplemente tan cerca, me renovaba, me hacia sentir que no había mas mundo que los pasos que me separaban de ti, mas vida que la que tu y yo manifestábamos en ese momento, ¿como iba imaginar que todo cambiaria tanto y tan poco? Desde ese día en que la sombra de la lluvia se dibujaba en tu cuerpo, y el silencio nos embaucaba en un segundo eterno que para mi se convirtió de entera gloria a perpetuidad, vivo embelesada en ti, amándote con la intensidad que se manifiestan las tormentas y con la dulzura con la que las lluvias de junio llegan a una flor, desde ese día en que por primera vez no hablabas de que tan mala o desesperante soy, te amo.
La historia no te da el poder, si bien no el mas fuerte, el poder sobre mi te lo doy yo al quererte tanto.
No te pido nada, como la lluvia no puede pedirle a esa flor que siga ahí hasta el siguiente junio, no escribo esto en busca de que me aceptes, de que tomes de mis labios lo que he guardado para ti. Si lo escribo es por que lo siento y por que no puedo dejarlo ahí, esta hoja es el universo entero para mí y esta pluma es la ruta hacia mi eterna libertad y mientras pueda escribir seré libre.
Ya amaneció el sol ya brilla en su apogeo, ha parado de llover pero aun puedo ver la sombra de las gotas dibujándose en silencio sobre tu sillón vació, empieza la treta de nuevo y este camaleón regresa a jugar, veré de que color están vestidas las enemistades para disfrazarme a la par, ya llegara de nuevo la noche y yo volveré a escribir en busca de mi libertad.

jueves, 1 de mayo de 2008

Lo que he leído, lo que leo y lo que jamás leeré.





Parado frente a la puerta del umbral, temblando entre miedo, curiosidad y carencia, trato de revivir los recuerdos de esta historia que no es más que la mía. Me encuentro en un punto sin retorno donde la retórica es inalcanzable sino es a base de olores, letras, imágenes y sensaciones, quizás no recuerdo fechas y no podré ubicar días que para otros fuesen importantes, sin embargo descargo sobre este trozo de papel las manchas de la tinta que tiñen y tiñeron mi vida y que hoy le dan fin.
Trataré de llevarlos por el camino recorrido a base de versos que atravesaron de principio a fin mí, para muchos, poco notable existencia.
No recuerdo el día, ni la hora, ni el olor del jazmín colocado en la mesa de centro de la antigua casa de mi madre, sin embargo recuerdo haber leído un tibio beso de mi ella sembrado en mi frente, que versaba como un poema de Tagore recitado a un niño que espera la noche para tocar la punta de un arco iris en sueños cubiertos de fantasía, recuerdo también que antes de ese beso mi madre lloraba amargamente junto al balcón de su recamara y que en sus lagrimas se escribía la despedida de mi padre que jamás volvió a atravesar el arco de la casa.
Recuerdo haber leído la brisa de esa primavera, haber encontrado en ella la miel que solo se transmite de un enamorado, y haber escrito años después con esa tinta sobre los labios de mi primer amada. Encuentro en mi alma la palabra guardada bajo llave que yo, sólo yo logre leer, entre los calidos pétalos de mi rosa de verano, de aquella dulce hada que después lograra llamarla esposa. Recuerdo en sus ojos los idilios de amor escritos hacia mi persona a golpe de corazón. Leí a viva voz la palabra padre de su vientre, leí en los ojos de mi pequeño las palabras que a su edad encontraba tan solo en el espejo, relate largas historias de amor, pasión y vida, escritas en las líneas de mi mano de otoño.
Hoy mi vista esta nublada, mi percepción me falla a veces, mi mirada no es tan clara, pero aun puedo leer, pues yo leo con el alma.
En este momento desde esta habitación escrita en palabras carminadas, entre grises y penumbras, con hiriente frío de la irónica vanidad de la vida, en este invierno cruel, aun encuentro frases que me alientan a escribir, lo que posiblemente tú leerás cuando yo ya no me encuentre. Encuentro una oración dibujada en el aire que me brinda alivio, percibo en las alas de aquella ave que vuela tranquila un susurro en letras pequeñas de un regalo de dios.
Puedo leer en la tormenta la fuerza con la que debe pelearse esta batalla y en los relámpagos leo el estruendo que también puede brindar la clara luz.
En la luna leo un párrafo de aquella carta de mi hijo que no es mas un pequeño, en la que me cuenta de su triunfo y de su anhelo por vivir, en la que entre líneas espera que lea que me ama y me pide perdón por la soledad en que me ha delegado, después de haber escrito para él.
En esa estrella azul leo un “te amo” de mi rosa, que no ha perdido su olor aun habiendo quedado marchita.
Puedo leer el silencio, puedo leer mi agonía, puedo leer mi locura de estar tan cerca del declive final, puedo leer mi nostalgia, puedo leer mis últimos versos, puedo leer la mirada que jamás olvidare de aquel enero de gloria que aun llevo en mi mente, puedo leer mi vació, puedo leer mi amargo atardecer en decadencia.
Pero sé que jamás podré leer esas mis últimas palabras, que quedarán escritas sobre el hogar que guarde mi cuerpo en este mundo de letras y suspiros, jamás verán mis ojos el epitafio escrito en lo que será mi tumba.

lunes, 28 de abril de 2008

Mi sangre




Mi sangre.

Entre suspiros y poca lógica
Estoy navegando,
Entre perdidas sin valor
Y encuentros eternos.

El fénix mi bandera
Y el mundo sólo un juego
Al que no quiero ganarle
Por que no vale la pena.

Peleando otras batallas,
Deslices y recuerdos,
Improvisando desenlaces
Alimentándome
Cada vez de más bríos y de más sueños.

Creando respuestas
A preguntas que no se han hecho,
Creyendo fielmente
En la verdad de mis adentros.

En mis manos los saberes
De mi rubrica gastada
Sin fingir, sin apariencias, sin halagos,
Sin pintura sobre el barro.

Renaciendo en mi misma,
No necesito ser nada nuevo
La fuerza que llevo en mí y en la leyenda,
En el legado de la historia
Que se imprimió en mi nacimiento.

Mi sangre es un grito de guerra y valor,
No es un eco.
Es una canción de euforia y un espíritu firme,
No una sombra.
Es una imponente verdad,
No retórica.

Es la garra de un tigre
Que arremete contra la realidad,
Es ternura y es fé, es eternidad…

Yo soy la pasión vestida
De carne y huesos,
Soy el aire y las alas,
La voz y el silencio,
Soy la vida y el tiempo,

Soy eterna cual mi sangre
Y el poder de mis ancestros…

miércoles, 23 de abril de 2008

Mi pasión guardada en el cajon de abajo a la derecha





Una luz amarilla aluza tenuemente la mirada perdida de un hombre que pareciera estar sin vida, sino fuera por que en su pecho aún corre la sangre que mantiene los latidos de su corazón.
En una habitación oscura llena de silencio, asfixiante como una vieja caja que ha estado guardada en algún closet de una casa durante años, olvidada tanto ella como el contenido inútil que guarda. Las manos del hombre se mueven frente a una vieja maquina de escribir, el sonido de las teclas va perdiendo sentido al igual que lo que escribe, sus dedos parecen una maquina funcionando en automático, mientras su ojos se clavan más halla de la hoja en la que se están marcando los trazos, como en busca de lo que alguna vez tubo.
Alguien abre la puerta y una luz más fuerte inunda esa pequeña caja, sólo se distingue una silueta y una voz que dice que ya es hora de cerrar. Se retira y la puerta queda apenas emparejada y casi en susurro se percibe una conversación.- Pobre hombre siento que perdió su vida aquí, se ve tan triste siempre-. –Dicen que perdió lo que más amaba y termino aquí-.
Las palabras llegaron al hombre como hirientes filos de navaja, abandono las teclas. De una u otra forma alguien había abierto la caja y había dejado salir todo los recuerdos que en ella se encerraban, todo aquello que alguna vez fue útil y ahora no lo es más.
Caminó hacia la lámpara y se sentó junto a ella, suspiro por un segundo con la ultima hoja escrita entre sus manos, sólo números alejados de todo calor humano llenaban la pagina, la aprisionó fuerte entre sus puños cerrados tratando de aplastar su presente como lo hacia con esa hoja.
Él, que antes había podido llenar libros enteros de pasiones y fantasías, a hora sólo cubría libros de contabilidad con cifras, ¿qué paso? ¿dónde perdió ese destello que hacía brillar a todas las estrellas del universo?, ¿dónde había quedado ese don de guardarlas dentro de las pastas de un libro para recrear a cuantas personas quisieran mirar dentro de ese espacio lleno de vida?, ¿cuantas mentes no se habían saciado con sus historias?, ¿cuantos no habían dejado de lado sus dolores, la pesadez de la vida caminando calles inventadas por las teclas de esa maquina que ahora solo reconocía “unos y ceros”?.
No había necesidad de preguntarlo, él sabia donde había acabado todo más claro que donde había empezado.
Él no recordaba cuando fue la primera vez que su mente había disparado hacia el cielo una bengala de luces para pintar un nuevo horizonte de un color que sólo él conocía, pero sabia perfectamente como había descubierto la colina que lo llevo al abismo en el que vive ahora.
Fue en un frió invierno que andando por el centro se encontró con una librería que atrajo su atención, y su vicio por la lectura lo llamo como una taberna a un borracho, entre títulos y autores ya leídos y algunos otros desconocidos, se topó con uno que le inspiró a leerlo, “Leyes estéticas y misterios estéticos”, recuerda ese instante como el inicio del fin, lo tomó entre sus manos y lo llevó a su hogar, como aquel amigo que lleva a casa a su propio acecino, sin sospecharlo siquiera. Apenas prendió la lámpara y se internó en la lectura, entre normas y frases que lo desconcertaban, su personalidad difería de todo lo requerido para poder escribir, -Es falso-. Se decía, no me guiaré por esto para hacer lo que más amo, con ese pensamiento termino el libro, mientras en su corazón todo estaba seguro, en su mente una duda lo atacaba incesante,-¿Y que si es verdad y no tengo lo que se necesita?-.
Pasaron meses y ésa pregunta no lo abandonaba, se aferró a él como un niño asustado al regazo de su madre, no dormía, casi no comía, respiraba por inercia, leía cada vez menos y no escribía por miedo a no hacerlo bien. Con el tiempo el miedo creció, al punto de que decidió guardar su felicidad en una caja, con el fin de buscarla cuando fuera capaz de usarla de la mejor manera, buscó un empleo y el tiempo transcurrió y él jamás olvido su promesa de abrir después esa caja donde su felicidad existía, mientras la amarga cotidianidad de su vida sin razón, felicidad o gozo lo consumía, pero el tiempo hace estragos en la memoria y él olvidó donde había guardado esa caja.
De repente por un impulso se arrojó a la maquina de escribir, sus manos se deslizaban como los de un pianista interpretando una melodía apasionada, sus ojos se encendían con cada estrella que él lograba dibujar en su horizonte, el furor se apoderaba de su cuerpo y su mente viajaba más rápido que nunca por la galaxia entera, años de represión liberados sobre papel. Toda la noche escribió y para él, el tiempo transcurrió tan rápido que parecieron sólo segundos, después de la agonía de una eternidad sin letras. Sus últimos grabados sobre el papel fueron:
“Escribo no por hacerlo bien, sino por que me da vida”.
Era el fin del caos y el inicio del nuevo día, la caja había sido abierta.

jueves, 17 de abril de 2008

Lo único




He perdido noción del tiempo, apenas recuerdo un destello leve que me arranco la vida, tengo el alma expuesta al ras de la piel y voy caminando entre luces que no se reconocer. Tengo un silencio bajo el eco de la noche, una voz que me dice:” je t'aime” tiernamente. Tengo cuatro pasos atrás y dos adelante y camino en silencio por esa luz que me hace tan vulnerable. La noche me regala vida en tonos grises que se rompen con la claridad de las estrellas, ¿es un sueño todo esto?, no lo sé, pero lo presiento, pues este dulce calor inhalelante no puede ser mas que una ilusión inalcanzable. Y voy divagando entre sombras etéreas pintando con los dedos grietas en las nubes, sintiendo entre los pies más que agua, más que arena, más que todo lo terrestre. Y tiene que ser un sueño me repito constantemente hasta que te topo frente a mi y la duda se disuelve, más no tengo la respuesta. ¿Qué importa ya si es un sueño o no lo es? te tengo a mi lado y es lo único que cuenta.



miércoles, 9 de abril de 2008

Ella


Desde los subsuelos, entre las azules tinieblas, por debajo de lo bien ponderado, mira ella, ojos tristes, con destellos de luna en la mirada, que a la lejanía parecen lágrimas que se clavan en sus pupilas. Desolada, perdida, absorta, con una locura delirante que se ahoga entre sus labios pálidos y secos, bajo la mordida de sus dientes blancos. Ella en un rincón de ese abismo, con el cabello derramado sobre sus rodillas y sus brazos aferrados a sus piernas. Ya no recuerda otro tono que no sea ese azul púrpura que entra a acompañarla en su soledad. El viento húmedo se pega a su cuerpo y se desvanece, como si hasta él se arrepintiera de estar cerca de ella. Y cuando levanta la mirada no ve nada, sólo miedo y la luna vuelve a brillar en sus ojos haciendo sangrar su mirada.
De su pasado y sus recuerdos quedó tan sólo un dolor inmenso, que la hace caer llorando y rasgar el suelo hasta levantarse las uñas y con la voz quebrada casi extinta, se pregunta ¿Cuánto tiempo más? ¿Cuántos siglos más?
Pero hoy en la nada la oscuridad tintineo y un suspiro calido llegó a su rostro aún oculto por sus brazos, le acaricio despacio de la mejilla a sus labios y se detuvo sobre ellos y los lleno de ternura, y en su pecho se avivo un destello. Ella levantó la cara y con la mirada tambaleante, buscó desesperada al dueño de aquel suspiro, pero no vio a nadie… Fue un segundo tan sólo, nada más que un instante, que comparado con las eternidades que ha vivido arraigada ahí, no podría nombrársele ni como un respiro y aun así lo fue todo. Ella no vio su rostro, por tener la luna en su mirada, pero sabe que es él, desde la nada sabe que es él, desde el silencio se que eres tú.

jueves, 3 de abril de 2008

Mi sonrisa embriagada por tu soledad






Media sonrisa dibujada a carbón sobre el cemento frió que ahora es mi rostro es lo único que me queda.
Han pasado doce días o por lo menos eso creo, mi mente divaga como en una ilusión inducida por el sueño irreal en el que te inmerge el cansancio, cansancio del constante miedo que me provoca no tenerte, como el miedo que tiene un recién nacido al no escuchar el corazón de su madre.

Voy siguiendo líneas horizontales que me llevan hacia la nada, esa nada perdida detrás del sol, antes de las sombras jugando con la existencia, jinete que cabalga lejos del camino por el que ahora avanzo ¿qué mas da ahora hacia donde valla?, ¿qué mas da si me sigo moviendo?

Voy tocando el vació como si fuera la estrella más grande del universo, aferrándome a él como la luz a un lucero, como se aferra a la vida un ser que cree que aun no a acabado, sin darme cuenta que me aferro a estar perdida, por que desde hace doce días nada tiene sentido.Mis ojos se nublan entre las gamas de grises que dejaste rondando entre mi ser y la almohada, entre el lucero y la nada, da igual esperanza que desolación, mi corazón late lento, mi respiración a penas se siente y mi alma esta tan agitada, significa tampoco la paz, como la destrucción, ¿qué mas da ahora si el sol brilla o no?
Voy arrastrándome en este asfalto escarchado de frivolidad del mundo en el que vives ahora, ese que esta sobre mi, él que si sabe darte la felicidad que ni toda mi vida te hubiera dado, que no hubiera podido cumplir, ni viviendo ni muriendo por ti.
Este asfalto congelado en desilusión de tener que forzarme a olvidar tu mirada, de olvidar ese fulgor que tan fácil de arraigó a mi , quebrando con las manos llenas de impotencia el hielo en busca de tus huellas, de tus pisadas, de alguna muestra material que me indique que exististe, que alguna vez me amaste también, que no te soñé, pero ¿qué mas da si exististe o no? , ya no existes más.
Doce días de subsistir sin ti, de vivir en tu soledad, en el añejo dolor de tu ausencia que me embriaga hasta la última gota de sangre que late en mi corazón. No me mantengo en pie voy tan al ras del piso que si te topas conmigo ni siquiera me podrías ver. Voy como queriéndote encontrar, como en busca de ti y como aferrándome a mi soledad, como entre vientos de piedad, que arrastran mi suplica por revivir ese verano en que aun había calor, aquella rosa en ese viernes en el que aun no perdía la conciencia y que vivía de tu amor, de tu esperanza, de tu voz, pero ese verano no existe, sólo queda la lluvia que me pide que desista que dejé inmutado lo que no debe tocarse mas.
Hace doce días que me lo robaste, me lo robaste o te lo entregue, ya no se si soy alguien o soy un retaso de tu existencia culminada en un sueño que terminó un ayer, que se perdió en tus recuerdos, ahora sólo existo en relación a lo que me ames, por eso soy nada.
Soy un recuerdo a blanco y negro de una película para ti olvidada, marcaste mi vida agrietaste mi alma, ahora sólo sé estar sola.
Sabes que no amaré más por que no puedo, por que aun te amo, por que sólo vivo para eso, por que no recuerdo nada más que tú respiración en mi cuello.
Olvidé besar, pues me queda tu sabor a cielo, a gloria, que se convirtió en pecado sobre miel, que ahora es mi veneno, que me consume en el miedo de no poderte olvidar.
Olvidé llorar y subsisto en tu dolor, en esta herida que me quema y que me hace despertar cada día para recordarme que te amo, que nunca amaré a nadie más.
Olvidé creer aún que todavía creo en ti, después de tu partida, mataría a cualquiera que desconfiara de ti, de tú mirada.
Alma, paz, paciencia, alas, luz, estrellas, vida, ilusión, inocencia, alegría, te llevaste todo, me dejaste sólo un carbón que la lluvia mojo y ahora no puedo dibujar en el cemento mi media sonrisa que falto.

lunes, 24 de marzo de 2008

Deseo



DESEO-
Era tan solo un susurro el viento que entraba por la ventana, yo estaba acostada tendida entre dormida en aquella cama, abrí los ojos y vi como en azul se pintaba tú silueta ligera pasiva al lado mío, mi visión era muy mala algo borrosa como una película a blanco y negro mal enfocada, el aire se agito por la habitación y como un cómplice trajo tú olor hasta mi y me embriague de él, veía tú espalda, tú piel tan clara y me mordía los labios y apretaba los puños para ahogar la idea de despertarte y en ese momento, otra vez el viento y otra vez tú aroma y de pronto cada vez más y más deseo, voltee mi mirada hacia otro lado, para soportar la idea de sólo verte dormir, pero era imposible, originas en mi cosas que desconozco, que no sabia que existían y me pierdo en una pelea interna entre lo que soy y lo que quiero hacer contigo, me desquicia la idea de tenerte tan cerca y rozar tu piel como por error al moverme en la cama, donde por azares del destino terminamos juntos esta noche, si hubiera tomado hace unas horas de tu vaso de vino tinto, tendría un pretexto para poder recorrer tu rostro con mis dedos para despertarte y en cuanto abrieras los ojos te impediría hablar con un beso como el que he deseado darte desde el día en que te conocí, te daría en ese beso mi alma y me robaría parte de tu esencia, lo haría sutil, tranquilo, perfecto, sin adelantar los hechos, sólo para quedarme contigo y sumergirme en tus adentros. Y te miraría a los ojos y con una mirada te diría que te deseo, me sumergiría en tu calor, y al sentir tu cuerpo bajo el mío enloquecería y no podría contenerme y te volvería a besar, intensamente, y recorrería tu cabeza con mis manos, mientras te muerdo los labios, lo haría rápido pero profundo, intempestivo, y entre faltas de aire y burbujas de sangre dentro de mis venas, te jalaría el cabello mientras te miro con los ojos entre abiertos y la mirada confundida aun mas por el deseo de morderte cada parte del lienzo de tu piel, que previamente halla besado y humedecerte cada centímetro cada sueño cada deseo, cada añoranza, antes de . . . Pero lamentablemente no tengo pretexto por que rechace tu copa y estoy totalmente sobria.
Hoy no vi ni la hora, ni el color de tu camisa, ni la luz del medio día, ni la fecha del calendario, ni me importo si estabas peinado, hoy solo vi tus ojos, tu piel, tu aroma, tus labios, la luz azul dibujando deseos indecorosos sobre tu espalda, no me importa nada de lo que hagas ni digas en este momento, tan sólo quisiera que despertaras y me vieras por primera vez como te veo en este momento y darnos permiso de disfrutar la noche, de tocar tu cuerpo y que toques el mío, de que me disfrutes, de que te enloquezca, de que me conozcas como pasión y me reconozcas como mujer y me coloques en tu deseo, de hacer lo que tu quieras que juguemos sin tabú y sin prejuicios como niños, de darte la gloria envuelta en un grito. Quisiera decirte que no soy tuya pero que puedo pretender serlo, que no me amas pero si lo dices puedo pretender creerlo, que esta noche junto a tu cama soy lo que quieras, por que tu eres lo que quiero y contigo quiero hacerlo. Te mueves, ¿habrás despertado?, ¿los gritos en mi mente habrán turbado tu sueño?, ¿cerraré los ojos?, o ¿te diré lo que siento?, ¡Dios la luz es tan hermosa sobre tu cuello!, si hubiera bebido de tu copa dejaría volar libre a este maldito deseo.

viernes, 21 de marzo de 2008

Invisible




Tengo la vista borrosa, cansada, dolida, nublada, perdida, opacada por un velo de lagrimas y aún asi puedo verte. Sería capaz de sacarme los ojos si eso me asegurará que no tendré tu imagen de nuevo, pero maldita sea te veo hasta en la oscuridad de mis adentros. Borraría cada recuerdo, la danza, el arte, mi nombre, mis sueños, si me asegurarán que te irías con ellos. No quiero tu olor, ni tu tacto, ni tus besos, quiero que seas invisible quiero que te alejes por completo...

miércoles, 19 de marzo de 2008

Con Lupa


Es un día común como los días comunes suelen ser, sin relevancia alguna, con planes escasos con leves conjeturas inconcisas de lo que se hará en algunas horas. Sin la sospecha mínima de que en ese día te convertirías como a eso de las 6 de la tarde en algo así como Sherlock Holmes de la época actual residiendo en Guadalajara, con un misterio de frente y toda la cosa.

El día corría tranquilo, bebías un café frente a un parque en excelente compañía cuando tu teléfono suena, es la llamada que esperabas, es tu amigo, tu socio, tu colega, tu compadre, el arrabalero que todos quieren, con la pregunta eterna -¿Qué plan hay para hoy?-. Y tu ofreces la respuesta más calculada que llega a tu mente.- No sé, ¿tu qué dices?
Después de esto se llevan como 20 minutos en un interminable lo que quieras hasta que a alguno de los dos se les ocurre mencionar el nombre de alguien, no más listo, no más preparado, alguien que no, no tiene un plan, pero si es alguien a quien pueden echarle la bolita, él no malo y siempre buen ponderado, el escuálido de buenas intenciones. Una vez elegida la estrategia a seguir y después de otros 20 minutos de "¿Qué quieres hacer?" optan por llamar al compa ése, al que se le había ocurrido que se vieran hoy.

Hasta ahí va como siempre, tú no imaginarias lo que ocurriría en ese momento. Tú amigo, si él, él que te inicio en los juegos de roll, tú camarada, el fan de los simpson, el que te hace cantar solas en ingles de los 80's y disfrutarlas más que los que las vieron nacer, él esta desaparecido, nadie sabe de él, nadie lo encuentra.

Es entonces cuando tú y obvio tus compas deciden tomar el papel de detectives y aventarse a la búsqueda del desaparecido en cuestión, con todo y que no cuentan con la camioneta del misterio ni scooby galletas.
Antes que nada para protección de los inmiscuidos en el asunto, pondremos sobrenombres para referirnos a ellos, el mío será "Tú " como lo ha sido hasta ahora, el del pervertido será "Él Panda", al escuálido le diremos "May" y al desaparecido lo nombraremos como "H".

así que deciden hacer una búsqueda masiva agotando su saldo y el de aquel que se deje, haciendo llamadas a todo aquel que lo halla visto aún que sea una vez en la vida, hasta que caen en la cuenta que eso no los llevará a ningún lado.
Deciden que compararán los datos recabados y descubren que ahí una incongruencia en los testimonios de algunos, lo cual los vuelve sospechosos:

Primer sospechoso al que llamaremos para cuidar su identidad "La madre": 6:45 la madre contesta el teléfono y dice que H esta trabajando y no ha regresado a casa. Primera dato curioso por que H dijo que no trabajaría hoy.

Segundo sospechoso al que llamaremos "El bro": 7:00 el bro atiende la llamada y le dice a May que H esta dormido y que lleva así todo el día. Lo cual contradice el testimonio de La madre.

Tercer sospechoso "El PA": contesta temeroso a las 7:30 el llamado de El panda y titubea cuando este le pregunta si H esta ahí.

¿Quien mentía?, por que estaba claro que alguien no decía la verdad, ¿sería la madre?, ¿el PA? o ¿el bro?, o ¿los tres? Y con ¿qué intención lo harían? ¿Lo tendrían retenido en contra de su voluntad?, ¿querían evitar que pidiera auxilio? o ¿lo tendrían lejos sometido a trabajos forzados?
Fuera la causa que fuera, el panda, May y tú, estaban decididos a averiguarlo y rescatar a H.

Así que planeando las cosas fríamente con toda la pericia que les caracteriza, arman un plan bien calculado, el cual consta de tres pasos, 1.- tomar el celular, 2.- Marcar a casa de H y 3.- Volver a preguntar por él. Si en realidad les falta creatividad.

Pero esta vez es Tú quien habla y le contesta el segundo sospechosos (el bro) y le dice que H esta dormido, tú insistes en que lo despierte, el va y te dice que es imposible que esta dormido, tú con tus capacidades de convencimiento le dices que lo vuelva a intentar, que lo mueva y que de ser necesario lo golpeé (todo por el bien de la misión) y el bro te dice desesperado, que ya lo despertó que se enojo con él y que para colmo dijo que NO quería contestarles.

Y tú y tus amigos terminan en un café del centro, tirados cabizbajos, bebiendo café desabrido y un chocomilk con falta de azúcar.

¿Qué haces al descubrir que el que creías la victima era el victimario? ¿Cómo encontrar a quien no quiere ser encontrado? y ¿Cómo te debes sentir al saber que tú amigo del alma se desaparece ante tus ojos?