lunes, 26 de abril de 2010

La Taza


Las flores se deslizaban en el aire, resbalando desde el cielo hasta cubrir toda la tierra en un purpura suave que pintaba mi mirada. La luz de aquella torre jugaba a ser dorada entre la noche oscura y la plata de la media luna que jugaba a ser cascada. La calle solitaria me contaba historias tristes. Los murmullos de la gente se convertían en música cadente que me provocaba cantar. Y pensaba en ti.
En la silla vacía frente a mí, no estabas tú, en ese suelo no estaba tu sombra, la luz dorada con caía sobre tu cabello, aquella música hecha de voces sin tono, ni ritmo, no llegaban a tus oídos y mi mirada purpura no se veía en tus ojos.
Un flautista entro por el pequeño umbral cubierto de yerba espesa, casi tan espesa y larga como la barba de ese hombre, sus matices grises descoloridos y blancos soñando ser azules tenían una magia como de cuento de hadas, que me recordaban mi infancia. Su flauta color a obsesión me hablaba de ti, cada que los arrugados dedos de aquel hombre de la sonrisa escondida entre la selvática barba y los pequeños ojos de cuna de paz, la acariciaban pidiéndole con un aura de amor que me contara una historia. Y cada historia era de ti.
Me quedé perdida en aquel contar de historias de aquel hombre y su dulce amada. Hasta que ambos acordaron parar, como si no hubiera más que decir y se acercaron a mí. Él colocó su mano sobre la mesa, junto a mi taza de café, la vio y me dijo:
“¿Qué haces frente a una taza vacía?”
Y después se fue.
Mi taza no estaba vacía, estaba al borde, no le había dado ni un sólo sorbo. No entendí en ese momento, hasta que hoy regresé.
Las flores aun dormían en el árbol y la luz dorada no quería jugar con la luna. El cielo era calma, la calle estaba ocupada como para contarme algo. Frente a mi estabas tú y mi taza de café y el frasquito transparente que pretendía ser florero con tres flores blancas, que guardaban silencio.
Me bebí casi de golpe mi vicio de las mañanas y entendí lo qué era realmente lo que estaba vacío cuando los vi a los dos. Estabas frente a mí, pero ya no era en ti en quien pensaba. Platicamos como antes en aquel mágico lugar, te conocí de nuevo, te volví a escuchar. Nos fuimos al tiempo, ya no podías esperar.
Dejé la taza en la mesa junto al florero y la llene con lo que alguna vez sentí por ti, en algún tiempo, pero ya no más.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Q nostalgia, a pesar de ser escrito tuyo derrepente me siento muy familiarizado con la historia siento que esto lo e vivido. a veces puede ser muy triste cuando avanzas y tienes que dejar alguien atras.

Ryuyin_Ovi dijo...

woo, un nuevo escrito, melancolico, pero con todo ese toque de tus escritos.

Te quiero

M r . S i e g e l dijo...

Es dificil que pase un dia sin pensar en la respuesta a la pregunta mas dificil, ¿qué sigue despues de ti?... ¿cómo lidear con una perdida?...¿cómo apartar el hecho del dolor y el desazón?.

la respuesta de muchos es beber y ahogar los recuerdos entre litros de alcohol, acordes de electropop y musica irreverente...acompañada por la mascota de "burger king".


otros procuran simplemente envolver la vida en cinismo y sarcasmo apartandola de todos y perdiendo la valentia del sentir...

Pero son pocos aquellos que toman su sentir y lo vuelven algo bello, algo digno de compartir con los demas; tú eres miembro insigne de dicha minoria... y en lo que a mi respecta... tus palabras son mejores que incluso las de mi bien admirado Dumas.


Gracias por compartirnos tus palabras Bren


...tambien te quiero :]

Carlos Anguiano dijo...

me recordó un "poema" que leí hace algún tiempo... "y mis manos bailan y juegan con la guitarra esperando que seas tu quien la escuche"

Fabii_Kawaii dijo...

Muy lindo el escrito, me agrada mucho porke apesar de ke tiene una escencia melancolica es muy sereno, me mantuvo con la atencion y una serenidad al leerla n.n

Anónimo dijo...

“Dejé la taza en la mesa. junto al florero y la llene con lo que alguna vez sentí por ti, en algún tiempo, pero ya no más.”

Esta frace no puede encajar mejor en mi vida en estemomento gracias por darme palabras para mi sentir

Anónimo dijo...

Me gustó, yo en un principio no comprendí qué había querido decir, pero luego... aah, tenía que terminar el texto jeje.

Es diferente sentir en el momento que recordar un sentimiento, eso es muy cierto. Creo que me pasa a menudo lo segundo. Besitos y gracias por tu mensaje :3 ojalá no me tome mucho mi ausencia jo.

Más besos.