miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ataduras.


Que ataduras más grandes tiene mi pecho, hechas de frustraciones y dolores que no pasaron al olvido, son tan fuertes y rigidas que por más que intento no logro arrancarlas. Están como saliendo de mi alma, como si tuvieran ahí sus raíces, fuertes y profundas.


Miro a los lados desesperadamente buscando, con los ojos inundados de un húmedo terror, al agresor de mi libertad, pero no encuentro nada, no hay nadie, ni un eco, ni una sombra, ni una señal de que alguien más estuviera a mi lado o en las cercanías.


Un grito se ahoga en mi pecho y siento el aire tibio atorarse en mi garganta, siento cimbrar mis adentros de miedo, impotencia y furia.


Agacho lentamente la mirada hacia mis manos, rogándoles un poco de fuerza para liberarme, pero ellas no irán a ayudarme, por que han sido ellas las que forjaron las amarras hace ya tantos años sin que yo me diese cuenta, esperando el momento preciso para hacerlas al final eternas.


El sol se escondió hace no mucho y dejó de quemarme en los ojos, pero ya ni ver la luna me contenta.


En mi mundo en ese momento, sólo yo en el vacío, con la noche que me sabe a tampoco que hasta podría ser de día. Con el espíritu casi ahorcado en mis propias ataduras. No puedo más que soltar una risa, que pareciera más un llanto desesperado. Mira que buscar tanto tiempo mis alas para volar a ese cielo estrellado y tenerlas para descubrir que no soy libre porque yo misma me he atado.

6 comentarios:

danterann dijo...

Realmente no sé que comentar sobre las palabras.
Hermosas pero tormentosas y difíciles.
Solo te quiero decir que nunca estarás sola, pase lo que pase.

Alejandro Vargas dijo...

Las ataduras que tienes tú las haz hecho, de alguna forma. Y sólo tu, también, podrás deshacerlas.

Un abrazo y suerte en la deshechura.

Carlos Anguiano dijo...

Oportuno, me gustó y se extrañaba

gracias :)

Anónimo dijo...

Ojalá estés muy bien Br3n, me gustaría saber más de ti, aunque sé que estás muy ocupada. Sé como se sienten esas ataduras, pero está en uno mismo saber enfrentar lo que lo provoca (que a veces no tiene otro rostro que el de uno) y ser responsable de las consecuencias y disfrutar lo bueno que viene con ello.

Todos pasamos por diferentes cambios, yo he estado más de un año sufriendo una gran metamorfósis y me asusté, muchísimo a decir verdad y lo único que quería era que terminara. Un paso valiente bastó para comenzar a dirigir esos cambios a favor, espero que tú veas esa gratificación pronto en tu vida, de verdad que así lo quiere.

No te pierdas, querida y mándale saludos a todos pos allá. Tus amigos pueden darte esa fuerza, los verdaderos por supuesto. Existen, no dudes de ello.

Muchos abrazos, y besitos.

Vox In Corpus dijo...

las ataduras siempre estaran presentes unas mas fuertes que otras, desatarlas no se puede, se aprende a vivir con las marcas de estas en el cuerpo aun cuando las cuaerdas se vayan solas te seguiran escociendo la piel solo se puede ser firme y esperar lo mejor buscandote en medio de ellas

gustavo zuritz dijo...

Hola Br3n!
Por ¿casualidad? me encontré con tus sentimientos en este océano eléctrico, me gusta tu valentía de mirar a los ojos al vacío, a los fantasmas, al silencio que antecede a la música que te llena el alma y que silbabas cuando eras chica pero olvidaste con los años.
Al igual que vos, no tengo grises, descubrir quien sos y serlo con toda la intensidad y humildad posible...no es el camino más fácil pero tiene el destino más bello.
Si tus alas se vuelven de cemento, visita mi blog www.gustavozuritz.blogspot.com y ojalá pueda hacerte algo de cosquillas en el alma.
Exitos en tu vuelo y no olvides que no estás sola en estos cielos.
Gustavo