Este poema puede parecer medio tonto, pero creo que en esa ocasión la única opción que tenía para no seguirme hundiendo era de la manera simple.
Tal vez
Cerré los ojos para no verlo partir, aun que sentía como se escapaba mi alma a su lado.
Desde ese día me sentí como un suspiro en el viento arrastrado por el dolor de recordarle, sin oponer resistencia, sólo dejando me llevar por el dolor, la melancolía y la ausencia.
Pero el aire paro su corriente y el suspiro tocó el piso y me paré de nuevo sobre mis pies y me sentí de nuevo yo misma.
La visión se enfocó, el camino se despejó, vi de nuevo la sonrisa de mi ángel desde el otro lado y la luna brilló sobre mi faz... y pensé que tal vez, sólo tal vez era el momento correcto para poner un curita sobre mi rodilla raspada, atarme las cintas de mis converses rotos, dejar que el aire entrará de nuevo, mirar hacia el cielo y volar otra vez... tal vez, sólo tal vez el aire me lleve a un mejor lugar esta vez.